Vínculo entre el microbiota y la inmunoterapia contra el cáncer
Durante décadas, las únicas formas de enfrentarse con el cáncer fueron la cirugía, la radiación y la quimioterapia. Estos últimos años los investigadores han estado trabajando para aprovechar el propio sistema inmunitario de los pacientes.
Uno de los resultados de estos trabajos fue la terapia de células T del receptor antígeno CAR-T, en el que estas células inmunitarias son modificadas para prepararlas contra ese tumor en particular. Esto permitió tratar algunos tipos de cáncer, incluidos ciertos linfomas, que eran intratables, pero solo era efectivo en un 30 o 40%. Para el resto, la efectividad del CAR-T o terminaba por desaparecer o fallaba desde el principio.
Pero ciertos estudios con ratones indicaron un posible camino. Al parecer los tumores crecían a diferentes velocidades en ratones de laboratorio comprados a diferentes proveedores, siempre y cuando estuviesen separados mientras que si se los ponía juntos las diferencias desaparecían lo que parecía sugerir un factor transmisible. Añádase a lo anterior que una manera de reinfectar su organismo de las necesarias bacterias intestinales era comerse las heces. Nadie está exactamente seguro porqué el microbioma intestinal es capaz de actuar de esa manera, aunque hay ya mucha evidencia preclínica y circunstancial. Esos factores, tal vez varios, pueden ser una molécula o un fragmento de ADN.
El objetivo final no es solo determinar si el microbioma afecta y como al CAR-T sino determinar los sujetos posibles beneficiarios de esa terapia y así evitar los efectos secundarios de otros tratamientos.
Fuente: Stanford | News