En octubre de 2017, la Sociedad Americana de Patología Clínica (ASCP) publicó sus cinco nuevos «do nots» para la iniciativa Choosing Wisely, relacionada con pruebas de laboratorio que no deberían solicitarse.

Aquí se enuncian las 20 pruebas que según la ASCP no deberían realiazarse y el link al documento completo donde se explican los motivos subyacentes, o las pruebas alternativas más convenientes y útiles:

1. No realice exámenes basados ​​en la población para la deficiencia de 25-hidroxi vitamina D.
2. No realice pruebas de bajo riesgo para el virus del papiloma humano.
3. Evite las pruebas preoperatorias de rutina para cirugías de bajo riesgo sin indicación clínica.
4. Solo solicite Metinlated Septin 9 para detectar cáncer de colon en pacientes para quienes no es posible realizar diagnósticos convencionales.
5. No use una prueba de tiempo de sangrado para guiar la atención del paciente.
6. No ordene una velocidad de sedimentación de eritrocitos para buscar inflamación en pacientes con afecciones no diagnosticadas. Solicite nivel de proteína C-reactiva para detectar la inflamación de fase aguda.
7. No evalúe los niveles de vitamina K a menos que el paciente tenga un cociente normalizado internacional anormal y no responda a la terapia con vitamina K.
8. No prescriba terapia de testosterona a menos que haya evidencia de laboratorio de deficiencia de testosterona.
9. No realice la prueba de mioglobina o creatina quinasa-MB en el diagnóstico de infarto agudo de miocardio. En cambio, use troponina I o T.
10. No solicite múltiples exámenes en la evaluación inicial de un paciente con sospecha de enfermedad tiroidea no neoplásica. Solicite un nivel de hormona estimulante de la tiroides y, si es anormal, realice un seguimiento con una evaluación o tratamiento adicional, según los hallazgos.
11. No realice rutinariamente una biopsia de ganglio linfático centinela u otras pruebas de diagnóstico para la evaluación del melanoma temprano  porque estas pruebas no mejoran la supervivencia.
12. No solicite rutinariamente paneles de lípidos expandidos (tamaño de partícula, resonancia magnética nuclear) como pruebas de detección de enfermedades cardiovasculares. Un perfil de lípidos estándar incluye colesterol total, colesterol de lipoproteínas de baja densidad, colesterol de lipoproteínas de alta densidad y triglicéridos.
13. No realice pruebas de amilasa en casos de sospecha de pancreatitis aguda. En cambio, utilice la lipasa.
14. No solicite serología para Helicobacter pylori. Use el antígeno de heces o la prueba de aliento en su lugar.
15. No realice la hibridación fluorescente in situ para anomalías relacionadas con el síndrome mielodisplásico en muestras de médula ósea obtenidas para citopenias cuando se obtiene un cariotipo convencional adecuado.
16. No solicite una sección congelada en una muestra de patología si el resultado no afectará el manejo inmediato (es decir, intraoperatorio o perioperatorio) del paciente.
17. No repita la electroforesis de hemoglobina (o equivalente) en pacientes que tienen un resultado previo y que no requieren intervención terapéutica o monitorización de los niveles de la variante de la hemoglobina.
18. No evalúe los niveles de proteína C, proteína S o antitrombina durante un evento de coagulación activo para diagnosticar una deficiencia hereditaria porque estas pruebas no son analíticamente precisas durante un evento de coagulación activo.
19. No ordene los niveles de folato en los glóbulos rojos. En adultos, considere la administración de suplementos de folato en lugar de las pruebas de folato sérico en pacientes con anemia macrocítica.
20. No use citología del esputo para evaluar a los pacientes con lesiones periféricas de pulmón. La citología del esputo no es efectiva para evaluar lesiones periféricas. Para la evaluación de lesiones periféricas, considere enfoques de diagnóstico alternativos (p. Ej., Aspiración con aguja guiada por imagen).

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